Que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son

Puede que en alguna ocasión te hayas planteado con qué sueñan los bebés mientras observas cómo duerme tu hijo y más cuando, de repente, le ves sonreir o realizar algún movimiento. Hoy, en MiraMami, te desvelamos todos los secretos que esconde esta cuestión.

 

 

Todo parece indicar que cuando los más pequeños están en brazos de Morfeo no sueñan como lo hacemos los adultos, con escenas e imágenes vívidas, pero sí que podrían “tener sensaciones”.

 

Muchos científicos como David Foulkes, prestigioso investigador experto en el sueño de los niños de la Universidad de Harvard, considera improbable que un recién nacido pueda soñar ya que para poder hacerlo es necesario desarrollar el lenguaje y, sobre todo, la imaginación. 

Foulkes y sus colaboradores afirman la existencia de fase REM en los niños (de hecho, se pasan la mayor parte del tiempo en esa fase), pero eso no significa que tengan sueños. En su caso, serviría para establecer conexiones neuronales en los primeros ciclos del desarrollo y más adelante también para ayudar al desarrollo del lenguaje. 

 

Y es que solo a través del lenguaje podemos explicar las cosas, podemos recordar con detalle porque pensamos y el pensamiento tiene como soporte el lenguaje, de manera que parece evidente que hasta que éste no se ha desarrollado no puedan darse esas ensoñaciones cargadas de contenido. Por eso, un niño no sueña tal y como lo concebimos los adultos hasta los tres años de edad, y no será a partir del cuarto o quinto año cuando empezará a recordar y a compartirlos con sus padres y amigos.

 

Sin embargo, otras aproximaciones como las del doctor Charles P. Pollack, director del Center for Sleep Medicine de Nueva York, afirman que la existencia de fase REM en los bebés es indicativa de que efectivamente sueñan. Parece ser que el cerebro entra en estadios en los que es factible el sueño, incluso antes de nacer, dentro del vientre materno. No obstante, según Pollack, no sería posible conocer el contenido de los mismos, al igual que no podemos saber con qué sueñan nuestras mascotas.